El catedrático de historia económica de la Universidad de la Laguna, Antonio Macías, -una de las voces de mayor prestigio en la materia-, presentó recientemente en la Real Sociedad Económica de Amigos de el País el mayor estudio sobre la historia de los antiguos pobladores de Canarias, una importante obra que desvela claves desconocidas hasta el momento, con el patrocinio de la Fundación Amurga. El experto afirma que el origen y desarrollo de los primeros pobladores de las islas no tiene nada que ver con la versión oficial, tal y como explica en su libro ‘Los aborígenes canarios. Tres milenios de Historia’.
Para Macías la historia de los antiguos aborígenes es original y única, configurando una experiencia singular de adaptación al entorno, ingenio y supervivencia. "Mucho de lo escrito hasta la fecha es un insulto a nuestra memoria", comentó en la presentación. De entrada Macías no importancia al recurrente debate sobre el Adn de los antiguos habitantes, "a lo largo de la historia los pueblos siempre se mezclan, y el 40 % de los europeos tienen ADN Neanderthal. Tú puedes tener cualquier Adn y ser colono del Archipiélago, porque lo que realmente importa de un pueblo es su bagaje cultural y no su Adn. Éste no define lo que es una cultura: su arqueología, sus rituales o sus creencias".
Para el investigador, -que en líneas generales se niega a hacer grandes distinciones entre islas concretas, prefiere hablar de cultura regional o del archipiélago-, se centra más en el ingenio de un pueblo, en su valía interior que en la influencia externa. "Se ha afirmado que cualquier cambio que ocurre en la economía o la sociedad de estas islas se debe a agentes foráneos. Y esta afirmación le está negando a un pueblo aborigen su capacidad creativa e innovadora".
Macías considera que la cultura aborígen canaria es un ejemplo de cómo vivir en paz en un archipiélago, de como reinventarse continuamente, adaptándose al entorno, a diferencia de lo ocurrido en otros lugares similares, donde no fueron capaces. Además demuestra que los primeros pobladores no vinieron del norte de África, ni eran esclavos de los romanos, sino que eran pueblos del Sáhara. Y la desetización que sufrió este pueblo los obligó a cruzar el canal y venir a Canarias. Era por tanto un pueblo que dominaba la navegación, en contra de lo que se ha afirmado, y que además sabía trabajar su entorno, a través de sus conocimientos de agricultura y ganadería.